Una de las pérdidas más importantes y significantes de liderazgo y gestión del tiempo en la dirección de muchas organizaciones de hoy en día, es el número de horas que estas invierten y malgastan en hacer algún tipo de Planning Estratégico. No es que el trabajo en si mismo no sea necesario, sino que una vez que se ha completado, no hay una manera efectiva de desplegarlo y monitorizar el plan al completo. Sin un despliegue visual del proceso, tampoco hay una manera de asegurar la alineación del entendimiento y las actividades, ni una metodología para monitorizar el status del progreso del plan.
Debido a lo anterior, se suele terminar con los siguientes problemas:
- Hay una confusión entre la intención y los parámetros de las metas de la organización.
- Aparecen los silos organizacionales que desarrollan sus propias respuestas al plan inicial global y sus objetivos. No hay visibilidad de lo que están haciendo otros grupos en la organización. Esto nos lleva a la generación de conflictos internos, barreras y obstáculos.
- Los proyectos actuales no están necesariamente relacionados con las metas de la organización.
- Hay una mala interpretación generalizada de donde se está dirigiendo la organización.
- No hay manera de hacer un seguimiento del progreso al completo contra el plan estratégico presentado.
- No hay una metodología para cubrir los problemas antes de que estos ocurran de manera que las organización pueda tomar los pasos para prevenirlos o minimizarlos.
- No hay una continuidad del plan estratégico de año en año y por tanto finalmente un nuevo plan se acaba desarrollando cada año.
Hoshin Kanri es un sistema de planificación visual estructurada para conseguir las prioridades estratégicas de la organización. Como tal, provee la oportunidad de asegurar alineamiento horizontal y coordinación a lo largo de la organización, así como despliegue vertical del plan estratégico, en una manera que informa de la decisiones diarias hechas y de los esfuerzos de mejora de los procesos de los empleados individuales y grupos funcionales dentro de la organización.
Las implicaciones son significativas:
- Visibilidad de los temas estratégicos que mejora el proceso de selección de la meta estratégica.
- La disciplina que sale a la superficie por tener que crear una plantilla del plan visual requiere la identificación de las métricas clave y responsabilidades funcionales para cada meta.
- La plantilla de despliegue, provee una base sólida para el diálogo a lo largo del plan inicial estratégico y es una excelente herramienta de generación de feedback interno.
- Promueve la creación de liderazgo a todos los niveles y gestión relativa de las metas del plan, por lo que caen en cascada al nivel de despliegue del proyecto.
- Todo el mundo en cualquier nivel de la organización entiende la manera en que sus actividades individuales están enlazadas a las prioridades «mayores» de la organización.
- El proyecto y los esfuerzos de mejora están ligados, y están coordinados en toda la organización.
- El liderazgo/dirección esta en una posición excelente para ver el status del progreso.
En resumen. Hoshin establece los parámetros dentro de los cuales el cambio puede ocurrir en la organización. Provee la visibilidad y disciplina que da al liderazgo de la organización la capacidad de guía hacia el futuro: Un barco en una tormenta viajando en la dirección correcta.