¿Que significa realmente «pensar»? ¿Hacer girar los engranajes dentro de nuestro cerebro para resolver un problema es pensar? ¿buscar cual es el botón para cambiar de canal en el televisor es pensar? Quizás el verbo pensar lo podríamos aplicar durante nuestra interacción con las tareas diarias; trabajar, conducir, caminar, etc. Durante esas acciones teóricamente estamos pensando para resolverlas exitosamente.
Podríamos probar dejar de pensar, ¿Cuando fue la última vez que dejaste de hacer cualquier tarea diaria con el objetivo de mantener tu mente en blanco al menos durante un minuto? Solo un minuto, sin pensar en nada. Compruébalo, no es nada fácil. Dejar un minuto nuestra mente en blanco y sin hacer nada, absolutamente nada, no es nada fácil. Vale, hay gente que tiene práctica y son capaces de hacerlo, y otros…, ¿nacen con ese don? Para la inmensa mayoría, básicamente hemos de practicar, reincidir, esforzarnos, ser constantes, y a pesar de eso, no será fácil tener asegurado el resultado. Ser capaz de realizar esta tarea (mantener la menta en blanco) durante un minuto no va a ser nada fácil. Hay que pensar en ello para poder conseguirlo.
Cambiando un poco de contexto, en el mundo laboral cuando hablamos de pensar para resolver un problema las cosas se complican y nos preguntamos ¿Por qué algunas personas poseen mayor facilidad para interpretar, analizar y resolver un problema, y además ser capaces de salir con éxito de cualquier situación que implique un conflicto de uno u otro tipo? Quizás, es que dedican mucho tiempo a pensar. Quizás es que han aprendido y desarrollado las habilidades necesarias para ser capaces de concentrar toda su mente en una cuestión en concreto. Quizás nacieron con esa facultad o ese don.
Ante esta pregunta, el camino más fácil y por el que todos solemos transitar si no nos encontramos obstáculos, es responder que geneticamente estas personas son capaces de hacerlo, es sencillo, nacieron con ese don. Están preparados por su genética para afrontar este tipo de situaciones, y con ello desarrollan cierto tipo de habilidades que de alguna u otra manera fluyen con ellos durante la interacción diaria de una forma totalmente natural. Talento Innato. Hay gente que nace inteligente y que por eso tiene este don que ayuda a tener éxito y facilita la resolución de problemas, justamente porque tienen la habilidad de pensar. Pero, ¿Estamos realmente seguros que esto es así?
Sobre esta y otras afirmaciones parecidas, a lo largo de la historia se han llevado a cabo variados estudios cuyas conclusiones son más o menos parecidas a las siguientes:
Algunos individuos nacen con la adquisición de ciertas habilidades como pueden ser la inteligencia, la constancia, la capacidad de observar, la concentración, entre otras, y que de alguna manera, ayudan a que el individuo se adapte en mayor o mejor medida a los entornos diarios en que se presentan situaciones complicadas, situaciones hostiles, y que por su naturaleza son capaces de resolver de manera exitosa.
Pero esto no quiere decir que estas habilidades no puedan aprenderse y que no pueda entrenarse su funcionamiento, sino más bien todo lo contrario, está demostrado que si elaboramos una estrategia con alcance y objetivos adecuados, y además le sumamos el factor práctica de manera recurrente, es posible y de hecho así ocurre, que esas habilidades puedan llegar a aprenderse y a utilizarse de forma eficaz, incluso en algunos casos con una mayor eficiencia y efectividad de lo esperado. Esto ocurre con cualquier habilidad, tocar un instrumento, aprender un idioma. Y esto es así, y estoy seguro que mucha gente lo habrá experimentado. Es como aquel discurso que dio Steve Jobs hace unos años, en el que hablaba de «to connect the dots». Es decir, si trabaja, practicas y experimentas con una serie de cosas concretas, al final del proceso serás capaz de conectar los puntos y te darás cuenta de que eres un experto en aquello a lo que has dedicado el tiempo durante muchos años.
Bajo mi punto de vista, para la resolución de problemas, lo realmente importante es aprender y tener el conocimiento de las técnicas y estrategias que facilitarán el trabajo, habilidad que a través de la práctica constante y recurrente, puede llegar a convertir al individuo en un experto en la resolución de problemas.
Cual debería ser el funcionamiento u hoja de ruta para este aprendizaje:
i) Averiguar el funcionamiento de nuestro cerebro. Cuales son las características que necesitamos dominar, cuales son las que nos presuponen una limitación o restricción en nuestro sistema, y cuales son las que podemos potenciar con el objetivo final de mejorar y aprender a solucionar problemas.
ii) Aprender el proceso de dominar el funcionamiento de nuestro cerebro para buscar nuevas formas de hacer las cosas y a la vez nuevas formas de resolver problemas.
iii) Muy importante, aprender a trabajar en grupo y de forma individual para trasladar y sumar en el grupo. Tan importante es saber como actuar individualmente ante los problemas como ser capaz de transmitir el sentido de equipo y sumar esfuerzos en la resolución de problemas con nuestro grupo de trabajo.
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