En la siguiente entrada intentaremos resolver el problema que se nos planteaba en el anterior post en lo relativo a las fluctuaciones estadísticas, no así en cuanto a los sucesos dependientes.
Resolviendo el problema.
La primera y tarea más eficaz para hacer en cuanto a las variaciones es conseguir eliminar este efecto (fluctuaciones estadísticas) regulando el lanzamiento de los materiales o lo que es lo mismo el trabajo en la planta o taller, sincronizando el lanzamiento en un punto de control en el sistema. Mientras la demanda y los pedidos estén fluctuando (especialmente en los talleres), es difícil sincronizar las fechas de las órdenes con los plazos de entrega (Lead Time) a menos que tengamos un gran exceso de capacidad.
Por lo tanto, deberíamos elegir un recurso que cuando la planta este llena de trabajo normal, ese recurso sea también un recurso cuello de botella o una limitación a la salida de nuestro trabajo. Haciendo esto podemos conseguir 2 cosas: Eliminar la mala asignación de la capacidad que solemos hacer, explotando adecuadamente la limitación (la limitación no debe pasar hambre, y no debe haber demasiados tiempos de preparación), y maximizar el rendimiento de la planta cuando la planta esta totalmente cargada.
Esto no elimina el problema de la variación, las fluctuaciones o comúnmente llamado Murphy. Ahora podemos ver cual es la verdadera variación, una vez que hayamos eliminado la variación que nosotros mismos habíamos introducido en el sistema al no asignar correctamente la capacidad. Aquí es cuando tenemos dos fuentes «mayores» de variación con las que luchar; el mercado y el proceso.
Las dos fuentes de variación tienen que ser trabajadas por separado, debido a que tienen efectos muy diferentes en la planta, además de que la fuente de la variación es diferente en ambos casos. La variación en los procesos tiende a hacer que las órdenes se retrasen, y las variaciones en el mercado son capaces de crear variaciones de carga en los recursos. Ambas tienen el mismo efecto que no es otro que hacer o causar que la carga del recurso se mueva por la planta.
¿Como tratamos la variación del procesos?
Como que cualquier orden tiene una fecha de entrega asociada, cualquier variación en el tiempo en cualquier recurso u operación crea una presión en los siguientes recursos asociados. Esta variación hace que cambie la carga del proceso hacia el futuro en donde la capacidad a lo mejor no está disponible porque ya tenemos otras órdenes asignadas. No obstante, nosotros tenemos que tener tiempo suficiente para terminar la orden y más tarde ser capaces de suavizar esas variaciones en la carga para que no afecten al resto de productos.
La técnica de la programación Drum-Buffer-Rope (TOC) usa un concepto conocido como «construir un buffer para suavizar el flujo del producto» (siempre un buffer de tiempo, no de cosas). Este método introduce los buffers de tiempo en ciertos sitios dentro del proceso para permitir que cualquier variación (normal, tipo Murphy) inherente pueda tener lugar. A este buffer se le da un tamaño que normalmente varía en función de las fluctuaciones experimentadas y la capacidad extra disponible en el recurso que hemos marcado como limitado. Ya sabemos que estos recursos suelen tener capacidad extra (debido a que pocas plantas son balanceadas) y por tanto no todos los recursos necesitan buffers de tiempo. Sin embargo, ya sabemos que la acumulación de la variación puede causar que algunas órdenes se retrasen y nos impidan cumplir con el Lead Time Estándar. No obstante, siempre colocaremos un buffer de tiempo delante o antes del punto de control (sincronización). Este único buffer es una forma de compartir riesgos, donde la variación de las múltiples fuentes se suelen sumar en un único punto. De este modo el buffer puede ser más pequeño que si nosotros intentamos compensar con un buffer de tiempo en cada recurso de forma independiente.
El control y la monitorización del buffer (¿Están los trabajos llegando antes de lo programado al punto de control o van tarde?) señalará a los Directores de Producción, cuales son aquellos recursos que son potenciales cuellos de botella o limitaciones y dará suficiente espacio para respirar y compensar mediante la reprogramación de la entrega o siendo capaces de añadir más capacidad mediante cualquiera de las formas conocidas allá en donde se necesite. Aumentar el tamaño del buffer nos dará más aire para realizar acciones, pero también tiene el efecto de aumentar los plazos de entrega o los Lead Times. De esta manera, los Directores de Producción deberían elegir entre aumentar la capacidad, reducir la variación, o aumentar el tamaño del buffer. Sin el procedimiento de la gestión del buffer, es difícil ver cual es la elección correcta a tomar. Con estas técnicas el Director puede hacer una presentación adecuada del problema y encontrar una potencial solución que beneficie a todos.
¿Como tratamos la variación de la demanda?
Gestionar la variación de la demanda requiere que conozcamos cual es la situación de la capacidad, y cuanta capacidad podrá consumir cada orden individual en cada uno de los recursos. Ya que muchas organizaciones no pueden añadir significantes cantidades de capacidad, la elección para algunos talleres, es el no aceptar ciertos tipo de pedidos. (los fabricantes que producen productos con demanda repetitiva tienen una elección adicional por ejemplo, hacer inventario – productos parcialmente terminados o completos).
Asumiendo que estamos usando el procedimiento de gestión del buffer, no tendremos problemas para saber cuales son los recursos en riesgo de convertirse en cuellos de botella. Cuando recibimos pedidos u órdenes que consumen una gran cantidad de capacidad de esos recursos, podremos elegir entre incrementar el plazo de entrega, añadir capacidad, o rechazar la orden o pedido (cualquiera se lo permite en los tiempos que corren!!!)
Ser capaces de entender la capacidad que tenemos disponible y cual es la demanda de las órdenes dentro de esta y dentro del marco de tiempo requerido, nos llevaría a un nivel de nivelado muy sofisticado que muchos talleres no poseen. Es por eso que los Directores de Producción necesitan una herramienta de programación simple y deben desarrollar las habilidades para usarla en un entorno diario. El coste de la gestión de los recursos de las plantas es muy pequeño comparado con la alternativa de dar un pobre servicio al cliente.
A quien le interese el tema, a lo largo y ancho de Internet se puede encontrar información sobre como gestionar los entornos productivos mediante buffers de tiempo, aunque hay un libro en donde todos los estos métodos quedan reflejados, y extendidos. «El Síndrome del Pajar» de Eliyahu Goldratt.