A veces, cuando estás trabajando en algo, conviene dar una mirada atrás para volver a empezar con más fuerza. Simplemente con la intención de reforzar tus conocimientos y asimilar que estamos trabajando en la dirección correcta. En general, a la gente le gusta resolver problemas. No tan solo eso, la gente disfruta con el premio que se obtiene después de haber tenido éxito, y también disfruta durante todo el proceso que sirve o nos canaliza para obtener ese éxito. Dependiendo del nivel que ocupe la persona en la organización, no solo aceptará el rol de «Solucionador de Problemas», sino que será capaz de buscar implacablemente todas aquellas oportunidades que sirvan para este fin. Para ello este tipo de gente debe tener un conjunto de habilidades o se deben de cumplir una serie de condiciones en su forma de ser:

• Este tipo de gente posee las habilidades para resolver los problemas que aparecen en sus respectivos trabajos.
• Experimentan éxito con el uso de las habilidades necesarias para resolver esos problemas.
• Suelen ser recompensados por tener éxito continuadamente durante el proceso de resolución de problemas.
• No tienen miedo al fracaso y el error es una oportunidad para mejorar.

De igual manera, podríamos decir que lo contrario también se cumple. Existe gente, que siempre tratará de evitar situaciones en donde se tenga que resolver un problema, sobretodo cuando ellos no están seguros de como hacerlo, cuando no experimentan éxito después de intentar resolver un problema, cuando ellos sienten que sus esfuerzos no son apreciados por el resto de la gente y cuando ellos piensan que tienen menos que perder no haciendo nada, o simplemente pasando la responsabilidad a otro.

Aprender a trabajar con el «Análisis de Problemas» nos provee de las habilidades necesarias para explicar cualquier situación, en la cual un nivel esperado de rendimiento no sea alcanzado y en la cual, la causa de este rendimiento inaceptable es desconocida. Esa es la dirección.

La frase «cualquier situación» parece un poco fuerte, si recordamos que nosotros estamos preocupados por la manera en que usamos la información que tenemos, para aproximarnos a las desviaciones en rendimiento que observamos. Las desviaciones o variaciones, pueden aparecer en el rendimiento de la gente, en los sistemas, en las políticas, en los equipos, etc, es decir, en cualquier cosa dentro del entorno de trabajo que se pueda desviar de su rendimiento esperado por una causa que no sea conocida. Siempre y cuando esta estructura de variación respecto al rendimiento se mantenga, las técnicas para analizar problemas también serán aplicables.

Los fundamentos para un trabajo efectivo en equipo quedan representados en la capacidad de enseñar a la gente involucrada en la resolución de problemas, el uso consciente de los cuatro patrones básicos de pensamiento, que ellos ya suelen usar de forma inconsciente. Estos cuatro patrones de pensamiento, están reflejados en los cuatro tipos de preguntas que los responsables, managers o directores se preguntan cada día en sus trabajos:

• ¿Que es lo que está pasando?
• ¿Porqué está pasando esto?
• ¿Cual debe ser el curso de nuestros actos o que acción que debe ser tomada?
• ¿Que hay más adelante o más allá de esta solución?

Desde luego, la gente se hace muchos otros tipos de preguntas para resolver problemas y piensan en muchos otros tipos de patrones. No obstante cualquier actividad productiva que tenga lugar dentro de una organización está relacionada con uno de estos cuatro patrones básicos.

Fuente de trabajo para este post: Kepner and Tregoe.