La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible. —Arthur C. Clarke.
No puedes hacer que lo posible suceda hasta que lo imagines. Despertar y activar tu cerebro para imaginar lo que puedes conseguir, es el primer paso para lograr lo imposible.
Nuestro futuro se reescribe todos los días y como seguramente habrás oído muchas veces, lo que nos trajo hasta aquí, no nos llevará hasta allí.
Y para que nos lleve hasta allí, es mucho mejor trabajar con un objetivo imposible, que con un conjunto de objetivos mediocres. Un objetivo o meta imposible por definición, podríamos decir que es cuando tú no sabes, ni tienes ni idea, de cómo los vas a conseguir, y por tanto vas a necesitar de nuevas, radicales y diferentes aproximaciones para ello.
Este tipo de objetivos te redefinen como persona. Y por tanto has de estar seguro que quieres trabajar en esa línea y dirección.
Empecemos por una simple pregunta que bien puede generar un objetivo, y veremos si podemos mostrar los 2 tipos de mentalidades con los que las personas trabajamos.
Si quisieras ganar un 12 por ciento más de lo que ganas actualmente, ¿cómo lo harías?
Un objetivo de estas dimensiones, como el de conseguir un 12 por ciento más, generará tareas abundantes, y absolutamente muchas cosas para hacer. Muchas vias posibles serán creadas para alcanzar este objetivo deseado, lo que probablemente, acabará creando parálisis por análisis y procrastinación, entre otras cosas. Esto dificultará enormemente llegar a saber y poder entender, donde concentrar nuestro mayor esfuerzo y nuestra línea de energia más fuerte.
¿Qué dirección tomar? ¿De todo lo que voy a hacer, que provocará realmente el acercamiento al objetivo? ¿cuánto hay de desperdicio en todo esto? ¿A cuántas cosas estoy apuntando? ¿cuánta energía estoy poniendo y en cuántas direcciones?
Literalmente hay infinitas cosas que puedes hacer para conseguir un 12 por ciento más. Pero este objetivo no es lo suficientemente ambicioso para que puedas generar enfoque y especificidad.
Además, te dedicarás a utilizar las mismas y obsoletas herramientas lineales de siempre.
Cambiemos la pregunta:
Si quisieras multiplicar por 25 lo que ganas, ¿cómo lo harías?
Puestos a valorar la calidad de las preguntas. Esta sería una mejor pregunta. ¿Por qué? Seguramente hay muy pocas opciones, y a lo mejor solo un par de ellas que te llevarán a multiplicar por 25 lo que ganas actualmente.
Es muy probable que tu cerebro, tan avispado como siempre, ahora no tuviera respuestas. Quizás la primera que daría sería del tipo. «Esto no se puede hacer.»
Quizás alguien diría «no sé cómo hacerlo». Por supuesto es mucho mejor respuesta, porque como mínimo deja abierta la puerta a la posibilidad de que pueda conseguirse si se aprende.
Ante este tipo de objetivos, que llamamos objetivos imposibles, te abren la posibilidad a distinguir la señal sobre el ruido. Solo necesitamos identificar unas pocas condiciones capaces de generar este aumento de 25 veces, porque la calidad del objetivo te lleva a ello. El mismo objetivo es capaz de filtrar el camino que podemos seguir para lograrlo. Hay pocos caminos para esto.
Aquí está la belleza de un objetivo imposible y no me cansaré nunca de repetirlo. Con un objetivo de este tipo, en el que el proceso de filtrado solo ha dejado abierta algunas puertas, podemos concentrar nuestro recurso más escaso:
Nuestra Atención.
Para que este objetivo imposible se haga efectivo, no tendrás más remedio que abrirte a nuevas ideas y caminos diferentes, a ser creativo e innovador, y a buscar opciones que hasta el momento no habías explorado y mucho menos considerado. Ahora, ya no trabajas con un pensamiento lineal, sino que es exponencial porque tienes tu recurso más valioso enfocado en un solo camino.
Este tipo de objetivos imposibles, te obligan a poner todo tu tiempo y energía. Pero son extremadamente interesantes, porque te obligan a separar el ruido de la señal, lo que funciona de lo que no funciona, el camino que se ilumina, del que no lo hace.
Hay muchos caminos para alcanzar un 12 por ciento más, o tener un progreso lineal, lo cual es una de las razones de su ineficacia y complejidad. Hay muy pocos caminos para ganar 25 veces más, lo que hace que el objetivo sea simple y altamente efectivo. Y esto facilita tu trabajo y saber dónde tienes que poner el foco y tu atención.
Un objetivo imposible separa la señal del ruido.
A un objetivo imposible, se llega siguiendo un número reducido de caminos.
En psicología, el pensamiento basado en caminos o en vías, es una habilidad de aquellas personas que son capaces de crear o buscar, caminos que los acerquen a objetivos específicos.
Y por supuesto, como toda habilidad, se puede aprender.
Un objetivo imposible es simple. Muy pocos caminos te llevarán allí.
Esto es lo que trabajamos en Open Space Paths.
Enseñamos a las personas a escalar en sus objetivos más ambiciosos. Los que son fáciles.
¿Te apuntas?