Deja Espacio para la Inspiración.

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Deja Espacio para la Inspiración.

Seguro que en algún momento hemos escuchado o leído sobre la siguiente historia. Dicen que la gente viajaba desde muy lejos para ver a un viejo maestro Zen, en busca de su sabiduría y del camino hacia la iluminación. Un día, una persona erudita fue a visitar al maestro para pedirle consejo y ayuda. «Vengo para que me ayudes», dijo.

Al inicio de la conversación con el maestro Zen pronto se hizo evidente que el erudito estaba lleno de sus propias opiniones y conocimientos, porque interrumpía al maestro a cada instante con sus propias historias y su manera de ver la vida sin escuchar lo que el maestro tenía que decir.

Lleno de paciencia, el maestro sugirió que tomaran el té.

Con sumo cuidado, el maestro Zen sirvió una taza de té a su invitado. Pero cuando la taza de té se llenó, el maestro Zen siguió vertiendo el té hasta que la taza empezó a rebosar sobre la mesa y el suelo, hasta que finalmente cayó sobre el erudito. El erudito gritó: “¡Para de verter té! !No ves que la taza ya está llena! “Exactamente”, respondió el maestro zen con una sonrisa. “Tú eres como esta taza. Estás tan lleno de ideas y ya no cabe nada más en tí. Vuelve a mí con la taza vacía”.

Como en este ejemplo, la vida nos ofrece multitud de situaciones en donde (sin ser conscientes) nos comportamos como este erudito. Estoy seguro que puedes pensar sobre algunas de ellas. Te muestro un par de ejemplos que me han sucedido a mí durante la última semana.

  • El primero, un directivo me está explicando los problemas que tiene para conseguir que su equipo le escuche y haga lo que él cree. Al menos 4 veces he de morderme la lengua para no contestarle y darle la solución de inmediato. Me he visto a mí mismo incapaz de escuchar y hacer espacio a lo que me está explicando. Solo pensaba en contestar.
  • El segundo ejemplo sucede durante una reunión familiar donde debatimos sobre cómo podemos mejorar nuestra relación y cuáles son los problemas que nos encontramos durante la convivencia para poder comunicarnos con empatía. Nuevamente me he visto con la solución a todos nuestros problemas, y queriendo interrumpir durante las diferentes exposiciones de todos los miembros. !Que dificil es hacer espacio para las ideas de otros!

Me pregunto: ¿Cuánto espacio queda en mi vida para escuchar las ideas de los demás?

Cuando estudiamos el Universo y la física cuántica, por ejemplo, nos damos cuenta de que todo procede de la nada, el átomo está lleno del 99,9999999999% de energía o vacío y el resto es materia. Por eso, los grandes maestros espirituales lo llaman la Gran Nada.

Para que haya creación, primero tiene que haber espacio. Lo mismo ocurre en nuestra mente. Si queremos crear algo nuevo, nuevas ideas, nuevos pensamientos, tenemos que vaciar una parte de ella, y dejar espacio para recibir esas nuevas ideas que podrían cambiar nuestra vida.

Al igual que la taza de té, si tu mente está completamente llena de lo que pensabas antes, es imposible que entren nuevos pensamientos para crear el cambio que buscas.

Pero ¿Cómo crear ese espacio?

Te lo creas o no, y según Joseph Nguyen en su libro «No te creas todo lo que piensas», la forma de crear espacio en tu mente es dejar de pensar.

«En cuanto dejamos de pensar, de inmediato creamos un espacio en el que pue­den entrar nuevos pensamientos e ideas. Las preguntas que cuestionan nuestra forma de pensar actual también son una buena manera de crear espacio en nuestra mente.»

Cuando estás pensando, tu mente está revisando el nuevo material en forma de ideas, pensamientos o material sensorial, y enfrentándolo contra tus creencias más arraigadas o tus valores rectores. El objetivo de tu mente es crear significado inmediatamente, verificando que esto nuevo que está llegando está sujeto a los parámetros que gobiernan tu vida, y sobre los que asientas tu percepción de la verdad. Tu verdad.

  • ¿Que nos hace pensar que nuestras creencias son la verdad absoluta que guía el mundo?
  • ¿Porqué no escuchamos sobre las verdades de otras personas?
  • ¿Cuánto de subjetivo hay en lo que piensas a diario?

Permíteme que te diga que gran parte de lo que pensamos no es la verdad. Aunque a nosotros nos lo pueda parecer. La auténtica verdad no es «subjetiva». Si es verdad para una persona (creencia) pero no lo es para otra, entonces podríamos decir que no es una «verdad» universal.

Deberíamos buscar la verdad que sea universalmente cierta para cada ser humano consciente, ya que es ahí donde encontraremos la simplicidad de todo lo que estamos buscando.

Nuevamente ¿Como dejamos espacio en nuestra mente para escuchar otras verdades?

Nuevamente Joseph Nguyen propone:

  1. Primero, sé consciente de que tu manera de pensar es la raíz de todas las emociones negativas que sientes. Si tu nivel de energía es bajo, es porque estás pensando mucho. Por ejemplo, cuando estás disfrutando de una situación o fluyendo mientras trabajas en algo que te gusta. ¿Cuál es tu nivel de pensamientos? ¿Cuánto hay de pensar en esos momentos?
  2. Segundo, crea espacio renunciando a cualquier forma de pensar manual de tu mente. Suelta, suelta y vuelve a soltar. Deja ir eso que te mantiene enganchado. Para ello.
  3. Y tercero, toma conciencia de cualquier sentimiento que surja y magnifica esos sentimientos de amor, paz y alegría. Enfrenta con amor lo que surja y la respuesta vendrá a ti.

Suena simple. Es simple. Pero como siempre requiere práctica.

Lo más interesante y que resulta casi paradójico de ser capaces de detener el acto de pensar, es que no tenemos que hacer nada para minimizarlo, salvo ser conscientes de ello. Cuando somos conscientes, cuando nos damos cuenta de que estamos pensando, de forma automática nos desapegamos, y así permitimos que se asiente y pase. Esto no requiere casi ningún esfuerzo y se hace a través de la pura presencia en el momento.

Mi maestra siempre nos muestra de forma visual a modo de analogía lo que sucede con un bote lleno de agua turbia y sucia. Lo remueve intensamente y cuando está totalmente negro pregunta ¿Qué podemos hacer para aclarar el agua?

Date un minuto para contestar. No corras porque seguro que tu mente ya te habrá dado la solución.

El primer día que nos mostró el bote lleno de agua turbia y sucia, todos dimos soluciones muy variadas; algunas eran hervir el agua, otras pasarla por un filtro de arena.

Lo que no pensamos es que, si dejamos reposar el bote de agua sucia durante un tiempo, veremos que la suciedad empieza a asentarse por sí sola en el agua y, al cabo de un rato, el agua se aclarará.

Así funciona también nuestra mente. Si dejamos que se asiente, sin perturbarlo tratando de “filtrarlo” o “hervirlo”, el acto de pensar se calmará por sí solo, y nuestra mente se liberará de ello. Todos sabemos que el estado natural del agua es claro.

Y el estado natural de nuestra mente también es claro si no lo perturbamos.

Con una mente clara, es mucho más fácil hacer espacio. Si llegan a nosotros ideas que nos retan y desafían nuestras creencias, tendremos una mayor oportunidad para escucharlas y entenderlas, permitiendo que nuestra vida sea mucho más rica.

Y por tanto, con nueva información, nuestra conciencia se expande y ya no puede volver a contraerse.

Una vez que observamos algo nuevo a partir de una perspectiva diferente, no podemos dejar de verlo., porque ya dejamos espacio en nuestra mente para que entrara. Y eso nos hace un poquito más sabios.

Y por supuesto en esos momentos de claridad, podemos crear nuevos objetivos (sueños, ambiciones, caminos) a partir de la Inspiración de una mente clara y no de la Impaciencia de una mente turbia.

Y este es el objetivo último de OpenSpacePaths.

Que se resume en la siguiente pregunta:

¿Cómo podemos impactar en el aprendizaje y crecimiento de las personas?