Un mundo en constante evolución obliga a la Dirección de Operaciones a enfrentarse continuamente con nuevos retos. Incluso en tiempos de crisis, sin crecimiento teórico, la evolución ha de mantenerse constante y al alza, para poder sobrevivir.
Globalización: Cada vez son más las empresas que enfocan su mercado de manera global. Antiguamente la mayoría lo planteaban de manera local o nacional. El descenso de los costes en comunicación y los transportes ha tenido como consecuencia una globalización de los mercados. Y de esta manera, cualquier elemento que opere dentro de la fabricación de un producto o servicio, está asimismo incluido dentro de este mundo globalizado. La respuesta dentro de un mundo globalizado ha de ser muy rápida de manera que los bienes o servicios estén donde y cuando se necesitan.
Justo a Tiempo: Es muy importante la reducción de inventarios. Los costes de inventario del producto deben reducirse, y los entornos JIT ayudan a conseguirlo. Para ello los Directores de operaciones han de reducir sistemáticamente todos los niveles de inventario.
Mejora continua: Con inventarios sistemáticamente bajos, son necesarias respuestas rápidas y eficientes en la producción. Para evolucionar y mejorar dia a dia, los Directores de Operaciones tienen que fomentar los entornos JIT y Kaizen de mejora continua, que se dirigen a la eliminación de despilfarros o de aquellas operaciones que no crean valor el producto.
Asociación con la cadena de aprovisionamiento: Debido a diferentes causas, como pueden ser los ciclos cortos en la fabricación del producto, los cambios en los materiales, y que cada vez más los proveedores suministran más de la mitad del valor del producto, los Directores de Operaciones deben asociarse a largo plazo con los proveedores que tienen un papel imprescindible en la cadena de aprovisionamiento, y que nos pueden ayudar a mejorar el producto.
Rápido desarrollo del producto: La rápida comunicación de las noticias, los nuevos estilos de vida, internet, la velocidad en los cambios y en la manera de vivir, el aumento de necesidades personales, etc, está reduciendo drásticamente la vida de los productos. Los Directores de Operaciones deben reaccionar muy rápidamente a estos cambios con una planificación más efectiva.
Personalización a gran escala: Si pensamos en el mundo como un mercado, se hacen patentes cada vez más las diferencias entre los individuos. Diferencias que obligan al Director de operaciones a elaborar productos cada vez más personalizados donde y cuando se necesiten. Esta personalización es la que ayuda al individuo a crear su propia marca personal. La producción ha de ser cada vez más flexible.
Delegación de funciones en los empleados: La explosión del conocimiento, junto con un entorno de trabajo cada vez más técnico, exigen cada vez una mayor competividad. Los Directores de Operaciones deben aprender a delegar en el trabajador individual, para ganar agilidad en la respuesta.
Via: Dirección de la Producción (Jay Heizer, Barry Render)