Nada mejor para empezar este año 2013, que una entrada relacionada con la creatividad, tan difícil de encontrar hoy en día en el mundo laboral. Las organizaciones hoy en día, necesitan cada vez más de personas integradas con mentalidad independiente, soñadores, audaces, con capacidad para arriesgarse, que trabajen de forma imaginativa, que sean capaces de expresarse y expresar sus ideas independientemente de si son buenas o malas, que actúen de forma imaginativa, en una sola palabra, que sean creativos.
La verdad es que esto no es nada fácil. La cultura corporativa existente en las organizaciones de hoy en día, en general, deja bastante que desear en cuanto a permitir que sus empleados desarrollen sus aptitudes y actitudes creativas. Para ello, necesitaríamos que el personal en general estuviera involucrado en equipos de trabajo y que de alguna manera, las organizaciones permitieran a sus empleados liberar todas sus energías en conseguir sacar los problemas a la superficie, en actuar con total confianza dentro del equipo, en enfrentarse a la realidad.
Actualmente, las organizaciones no pueden permitirse el lujo de dejar de adaptarse a la innovación continua en la que los mercados están sometidos y cada vez en mayor medida. Los empleados dentro de las organizaciones deben ser capaces de recoger la información necesaria para poder expresar su opinión sin miedo a que se lo impidan. Estos mismos empleados deben ser capaces de confiar en ellos mismos y en su propia intuición para conseguir aumentar la creación y desarrollo de esas nuevas ideas tan necesarias en la organización. Esas nuevas ideas son las que ayudarán a generar un clima de respeto y seguridad para poder compartir esos momentos de inspiración con los demás.
Para que un entorno de trabajo sea capaz de generar nuevas ideas, o de que sus empleados sean capaces de desarrollar su creatividad, necesita de un ambiente humano, cálido, hasta familiar, que le permita disponer de momentos de relajación mental durante el horario laboral, y que ayuden a fomentar la creatividad en el lugar de trabajo.
No es fácil cambiar la psicología del lugar del trabajo, y menos que los empleados tengan la suficiente confianza como para expresar plenamente sus ideas con total libertad. Lo que es importante es que se generen ideas, no importa si son buenas o malas. Una mala idea puede ser la chispa de un acto creativo genial.
El líder del equipo, debería ser la persona que se preocupe por sus empleados y que fomente el que estos puedan expresar sus ideas con total libertad. El líder es la persona que consigue que el equipo se convierta en un centro de creatividad, en el que todo el mundo está integrado, todos se preocupan por todos, poco vulnerables al miedo y a la ansiedad y mucho más propensos a liberar toda su creatividad.
Si bien es cierto que para cualquier persona es diferente, me atrevería a enumerar algunas de las etapas que podemos seguir para la creación y desarrollo de un acto creativo en general:
- Etapa de Preparación: En esta etapa nos sumergimos en el problema para permitir que nuestra imaginación se dedique a buscar cualquier cosa que en un principio este relacionado con el problema. Cualquier información que esté de una u otra manera ligada al problema puede ser buena para su posible resolución. Se trata de absorber la máxima información posible, luchando contra los problemas intrínsecos de cada persona como pueden ser la frustración por no poder solucionar el problema, nuestros propios prejuicios interiores, nuestra falta de objetividad para ver el problema como un todo.
- Etapa de Incubación: Cuantas veces hemos comentado aquello de «mejor dejarlo madurar antes de tomar una decisión», o «porque no lo consultamos con la almohada» o frases por el estilo. Esta es la fase en la que el problema se cuece a fuego lento y poco a poco, madura, y nuestro inconsciente trabaja para poder solucionarlo. No debemos olvidar que nuestro nivel inconsciente es mucho más creativo que nuestro nivel consciente. El inconsciente trabaja con total libertad y no tiene problemas de autocensura, prejuicios, rutina, etc. Es allí, en nuestro inconsciente, en donde se desarrolla la creatividad en su máxima expresión. Sin barreras y con total libertad, nuestro plano inconsciente genera las imágenes más inverosímiles, los movimientos más espectaculares, los sentimientos más profundos, nuestras mayores intuiciones. Cuando llamamos a nuestro sexto sentido, o a nuestra intuición, nos estamos recurriendo a la ayuda o la sabiduría del inconsciente. En esta etapa necesitamos liberar la mente para que ayudar a que sueñe despierta y pueda dar paso al proceso de crear.
- Etapa de inspiración: Como es de suponer que lo habremos hecho muy bien en las etapas anteriores, aseguraremos que en un momento u otro aparezca la solución a nuestros problemas. Generalmente, ocurre en el momento en que menos nos lo esperamos, cuando ni siquiera estamos pensando en ello y se nos aparece como una revelación. Como si siempre hubiera estado ahí, y por alguna razón, no lo habíamos podido ver. Es el punto culminante de la creatividad. Es el punto en que hemos sido capaces de genera una idea nueva que aporta valor a todo el conjunto.
- Etapa creativa: Una vez conseguida la revelación o la idea o ideas, llega la hora de ponerla en acción. Llega lo hora de intentar convertirla en algo útil para todos nosotros. Posiblemente, esto no sucede de una manera inmediata. Es probable, que nuevamente se necesiten nuevas etapas de preparación, incubación e inspiración, que finalmente nos llevan a desarrollar esa nueva idea por completo.
Lo más importante para tener momentos creativos es mantener nuestra mente abierta y flexible en la exploración de todas las posibilidades habidas y por haber, incluso explorando todo aquello que esta fuera de lo rutinario o convencional. Saber darle la vuelta a las cosas, dar giros de 180º, dejar volar la imaginación, ser constante, arriesgarse, hacer funcionar el sexto sentido, son algunas de las capacidades necesarias para llegar a ser una persona creativa. Pero como ya he comentado en algún post anterior, lo verdaderamente importante, y que lo engloba todo, es la motivación, la pasión, las ganas por hacer o mejorar lo que estamos haciendo. Lo importante es conectar emocionalmente lo que estamos haciendo con lo que finalmente queramos que sea.